Niñita…

Hoy recordaba a esa niñita de ojitos redondos, de patas chuecas, de short y polera…

Una vez una sicóloga me dijo -esa niñita vale oro-.

Mamá jamás pudo ponerle un vestido, porque su luna en aries casa 12, prefería las zapatillas y la compañía de los niños en los juegos, estar fuera de casa… a ella le gustaba el baile y la vida al aire libre, los animales y la tierra… mamá siempre quería verla con falditas, perfumada y jugando a las muñecas, pero ella… se arrancaba junto con Pedro (su hermano) a jugar con tierra, andar en bicicleta y jugar a hacer trincheras de barro con los vecinos…

Nunca pudo ser la «niñita de mamá»… porque estaba ocupada poniéndose el traje de baño para ir a la piscina, bañando (alimentando) gatos callejeros, armando juegos con los niños, haciendo una crianza de moscas con el hermano (para alimentar unas lagartijas que habían cazado), arrancándose de casa y subiéndose al techo…

Todas las historias junto a su secuaz…. Pedro… que la seguía en todas las ideas macabras.

Hay muchas cosas muy, muy duras y dolorosas en los recuerdos de esa niñita… y hay muchas cosas muy lindas también. Creo que dentro de todo mamá estaba orgullosa de la rebeldía de esa niñita, ella la crió así. Aunque no llenaba las espectativas de mamá. Nunca las pudo llenar. Incomprendida ella, que prefería las zapatillas, el baile, la bicicleta, la piscina antes que los vestidos y las muñecas.

Con el tiempo y los años aprendió a sentirse grande, fuerte y poderosa… el aprender a salir adelante contra todo y sobre todo, el saber que la vida dependía de si misma, el contacto con la divinidad, la meditación y la esperanza de que un día las cosas iban a mejorar…

Y mejoraron…

Mira Nayita, como todos los sueños que soñaste se hicieron realidad. Como los juegos que jugaste se volvieron carne, como los amores que pintaste en la parte de atrás de tus cuadernos en las clases, se materializaron en hombres que te han amado inmensamente y en un compañero de vida de verdad, con el que duermes y sueñas cada día.

Mira Nayita tus hijos… cada día mas libres!!

Gracias Nayita por ser tan valiente, por guiarme a través del miedo y las lágrimas, hacia la vida y la esperanza…

Por perdonarme si no te hice caso o no te vi siempre o no te cuidé.

Hoy caminamos juntas, de la mano…

Hoy te cuido, como siempre debiste ser cuidada…

Hoy te amo, como siempre quisiste ser amada…

Hoy te respeto y te escucho y te comprendo, todas esas incomprensiones.

Hoy me perdono, por pensar también que eras mala y darme cuenta tan vieja que solo eres una niña sobreviviendo el estrés, el dolor, la soledad y la violencia…

Y por eso…

Gracias por los short, las poleras, la piscina, la bicicleta y los árboles… los amigos y las pocas (pero buenas) amigas… las tardes en soledad… las lágrimas, los amores y las risas… muchas risas…

Gracias Nayita…

Nayi

(y gracias Pedro por ser compañero de infancia… hermano amado. Aunque tú no te acuerdes.)