
TERAPIA DE TRAUMA Y CONSTELACIONES FAMILIARES VINCULARES
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11/06/2020¿Es recomendable que embarazadas y niños asistan a las CONSTELACIONES FAMILIARES?
La respuesta está dividida, hay consteladores que aceptan niños y embarazadas en las constelaciones y otros no. Personalmente, desde mi punto de vista no recomiendo a una embarazada asistir a una constelación grupal ni constelando, ni acompañando. Tampoco creo recomendable ni necesario que niños pequeños o adolescentes incluso asistan a constelaciones grupales o individuales. Salvo excepciones muy específicas y en condiciones muy cuidadas. Con sus padres o cuidadores, en un espacio confortable y seguro y en un tiempo muy corto y acotado.
Los niños no tienen maduro su sistema nervioso y no pueden procesar toda la información consciente e inconsciente desplegada en el campo de una constelación, aunque esta sea de su sistema familiar. Me parece demasiado intenso y agresivo exponerlos a ellos con sus sistemas nerviosos inmaduros, a emociones demasiado intensas que quizás no podrán entender ni integrar.
Los niños no pueden regularse por sí solos, a diferencia de los adultos que son capaces de sostenerse a si mismos, pero muchas veces incluso los adultos, necesitan ser sostenidos por otros, al estar viendo temas muy dolorosos o difíciles para ellos. Temas traumáticos de su vida o su infancia. Necesitan al constelador y a veces a todo el grupo para sostener la información y energía desplegada.
Lo que yo hago en los casos de los niños, es trabajar a través de sus padres, mientras los niños están en casa felices con abuelos o cuidadores comiendo helado.
La mayoría de las veces además, los síntomas de los niños, son producto del amor, necesidad de sobrevivencia o lealtad que ellos tienen por sus padres, por lo que quien «debe» constelar es papá o mamá. Se dice desde las «constelaciones familiares», que los niños son los que hacen los «síntomas del sistema familiar», son ellos quienes nos muestran lo que a la familia o clan le toca sanar o a quienes deben incluir y ha sido olvidado. En el alma de los niños todos tienen un lugar. Una vez que los padres han «visto» al excluído, el olvidado o la lealtad oculta, los niños ya no necesitan seguir mostrando lo que se necesita integrar y ya no necesitan seguir expresando el «síntoma».
La embarazada, por otro lado, aunque se encuentra en un estado natural y fisiológico, es un estado mas sensible de lo habitual. Las constelaciones trabajan con traumas. Si tocamos un trauma (y lo hacemos), el cuerpo produce hormonas de estrés y la guagua en vez de navegar en un exquisto mar de oxitocina y serotonina, se estresa y navega en cortisol y adrenalina. Eso podría afectar el delicado equilibrio de un ser que está en pleno proceso de desarrollo neuronal y fisiológico, que además no tienen ninguna protección salvo lo regulada y tranquila (o no) que su madre pueda estar… por lo que no sabemos cómo le puede afectar exponerlo a este campo de las constelaciones.
En una constelación puede salir un asesinato, una violación, alguien puede llorar y gritar, caerse al suelo o mirar la muerte, alguien puede hacer catarsis… Todo esto puede afectar el delicado equilibrio emocional y neurológico de niños y embarazadas.
¿está mamá preparada para regularse a si misma y proteger a su hijo o hija en el vientre?.
Escapa a mis posibilidades como consteladora mantener un estado de apacible relajación a ese bebé o a esa madre gestante. Puedo ir regulando el grupo, pero no puedo asegurar a esa embarazada, bebé o niño en particular y llevarlo a una estabilidad necesaria.
Tiiu Bolzmann menciona que los bebés y niños que acompañan a sus padres a constelaciones se duermen como una forma de desconectarse de la información. Yo he visto que las personas que no pueden sostener la intensidad de una constelación, también se duermen o se desconectan. Sus sistemas sobrecargados no pueden sostener la cantidad de información consciente e inconsciente que recibimos en una jornada de constelaciónes… simple sobrevivencia.
Si hay exeso de información, el sistema se apaga, como defensa inconsciente.
Si la madre no tiene un sistema nervioso firme, regulado, flexible, incluso podría estresarse al extremo de perder su bebé. Se sabe de casos de mujeres que en estrés extremo tienen pérdidas; como cuando alguien tiene un susto grande o un accidente. O puede vivenciarlo como el «susto» del que hablan los chamanes donde se sale un trocito del alma.
Por eso no recibo en mis talleres de constelaciones gente embarazada ni niños pequeños.
Aunque se que otros consteladores si lo hacen.
Yo prefiero inclinarme humilde ante el misterio de la Vida y de la Muerte.
Nayi